Sígueme en:

Sígueme en:
- Instagram: @delunado
- Twitter: @delunad0

Puedes suscribirte por correo aquí abajo y se te notificará cada vez que actualice mi blog:

lunes, 17 de julio de 2017

Post-postmortem.


Este es un pequeño relato que escribí hace más de un año, pero que he encontrado ahora y me pareció curioso compartirlo.
--------------------------------------------------------------
Desperté de pronto en la oscuridad. Al cabo de un corto tiempo, mis ojos se acostumbraron a la falta de luz, pero no pude vislumbrar más que una pared justo encima de mi. Apenas me podía mover, estaba atrapado en una especie de caja, estaba... enterrado.

Ahora lo recuerdo, ayer morí. No se cual fue la causa exacta, simplemente dormía en mi cama cuando un dolor agudo me invadió, y acabó con mi vida sin prisa. Pero, he muerto... ¿qué hago aquí? Poco o mucho tiempo después, ya que no tenía noción de él, una sensación de adrenalina extrema recorrió mi cuerpo, de forma repentina. Empecé a retorcerme en el poco espacio que tenía, hasta que quedé inerte de nuevo.

Pude salir de la caja, simplemente atravesándola. Ahora no era materia, sino energía, y podía "moverme" a mi antojo. No se como podía ver u oír, pero pronto no me hizo falta observar o escuchar nada. No me movía a voluntad, sino que ascendía, hacia el cielo, cada vez más rápido, hasta que viajaba más rápido que la luz. Paré en seco un rato después, aún sin voluntad, rodeado de extrema claridad. ¿Era esto el cielo?

El tiempo y el espacio no existían allí, por lo que ningún humano puede entender mi estancia en ese lugar. Simplemente, en un momento, una voz surgió: "Has vuelto aquí. Otra vez. Ya era hora." Intenté comunicarme, y aunque no sé como lo hice, dije: "Esto es el cielo, ¿verdad? Me equivoqué, Dios si existía."

La voz retornó riéndose: "Yo soy Dios, sí. Y yo soy tú. Yo soy todo y tú has sido y serás todo. Has sido el primer humano y serás el último. Has sido Hitler y los judíos, Stalin y las revoluciones, Ghandi, has sido Napoleón y Jesucristo, has sido la Inquisición. Ahora, vuelve a vivir, baja de nuevo y encárnate otra vez". Casi mudo, solo pude responder: "¿Cuál es el sentido de la vida?" La voz, grave y potente, retumbó en mí: "¿El sentido de la vida? Morir".

No hay comentarios:

Publicar un comentario